Siguiendo la línea argumental de la publicidad de los últimos años, la obsesión por
las piezas de la marca lleva a la modelo a protagonizar hazañas imposibles para
conseguir su ansiado tesoro: uno de los diseños de la marca.
En esta ocasión se ha confiado en la demostrada profesionalidad de Eugenio Recuenco quien ha impreso su sello personal en una campaña de estilo cinematográfico. Las imágenes de la campaña reflejan situaciones en las que la ironía y el surrealismo crean un fiel retrato del mundo Uno de 50. Una de las técnicas más utilizadas por el equipo de diseño para generar nuevas y originales ideas es la descontextualización de los objetos. Por eso en esta campaña se han extraído elementos de su medio natural para conseguir una imagen impactante repleta de incoherencias.
La imagen de una mujer urbana, atrevida y rebelde que es capaz de cualquier cosa por hacerse con su tesoro recoge toda la esencia del ADN de Uno de 50, una marca original, atrevida y moderna pero que conserva y defiende los procesos artesanales de producción. De hecho, todos los elementos utilizados en la producción han sido realizados al igual que sus piezas de manera artesanal (buzo,tapón,ovni y hasta el anillo y pulsera protagonistas de la campaña).
