Una de las personalidades más conocidas de la sociedad cántabra, Francisco Pernía, confiesa que no cuida su cuerpo, come lo que le apetece y los perfumes caros no son su debilidad. Sin embargo, afirma que nunca sale de casa sin sus dos grandes complementos; el reloj y un antiguo crucifijo. No sigue estereotipos en cuanto a look y a estilo y desde luego, los futbolistas nunca serían su fuente de inspiración.
¿Es un apasionado de las tendencias?
No. Nací en la España del pantalón gris, la camisa blanca y el jersey azul y me he movido muy poco de ese estilo.
¿Cuánto dedica diariamente a su imagen?
Creo que entre diez y veinte minutos.
Por las mañanas, ¿sabe lo que ponerse o improvisa con lo primero que encuentra en el armario?
Depende mucho de la agenda prevista para ese día ya que hacer una cosa u otra me condiciona a la hora de elegir qué ponerme. Entiendo que lo más importante es ir vestido acorde a las tareas o las obligaciones que vayas a desarrollar. Por ejemplo, si tienes una reunión con gente que no conoces pero sabes que frecuentemente llevan corbata, es obligatorio llevarla. Por el contrario, si vas a jugar al golf o visitar una finca la vestimenta es totalmente diferente.
¿Cuál es su estilo a la hora de vestir?
No soy de seguir estereotipos y creo que mi estilo no está definido. Me visto pensando en lo que tengo que hacer y con quién me tengo que reunir.
¿Sus prendas favoritas?
Me encantan las chaquetas.
¿Qué complementos suelen acompañar a su look?
Siempre llevo conmigo un reloj y un crucifijo que me acompaña desde los 17 años.
¿Cuántos pares de zapatos puede tener?
Unos veinte pares, los zapatos me apasionan. Parece que son muchos pares pero tengo que puntualizar que poseo zapatos de hace veinte años.
¿Cuál es el modelo de zapato más atrevido que ha lucido?
Unos de color coñac, muy atrevidos que no es lo mismo que cantosos. Tengo una anécdota con un amigo y es que cada vez que me los ve me dice: “hay que tener… para llevar estos zapatos”.
¿Compra en alguna tienda en especial?
Siempre en dos o tres del centro de Santander. Desde mi conocimiento puedo decir que Cantabria con su buen comercio de Santander, Torrelavega, Castro Urdiales, Reinosa… está en la vanguardia del mundo de la moda. Yo que tengo que viajar mucho, veo muchos escaparates y comparo y puedo decir Cantabria, especialmente Santander, tiene unas tiendas del mismo nivel que las primeras ciudades del mundo.
¿Tiene debilidad por algunas marcas?
No, me suelo comprar las cosas que me gustan. Lo que suelo hacer es salir a mirar y si hay una cosa que me gusta me lo compro, aunque no sea de esa temporada.
¿Tiene un diseñador favorito?
No tengo ningún diseñador favorito. Nunca me visto siguiendo una marca o diseñador determinado.
¿Utiliza cremas a diario?
Sólo acostumbro a utilizar after save después del afeitado.
¿Está a favor de la cirugía estética?
No puedo opinar porque nunca me lo he planteado aunque respeto a la gente que se hace algún que otro retoque.
¿Usted se atrevería?
No, me dan mucho miedo las operaciones. Prefiero ni acercarme.
¿Es cliente de algún Centro de Fitness?
Si y por supuesto del Club Deportivo Marisma.
¿Cuida su cuerpo?
No.
¿La dieta saludable es un requisito de su día a día?
Tampoco, como todo lo que me apetece no me paro a pensar si es saludable o no.
¿Es habitual de las peluquerías?
Soy tradicional, acudo a la misma peluquería desde hace veinte años.
¿Mantiene el mismo peinado o se deja llevar por las tendencias?
Como es el mismo peinado desde hace veinte años no me doy cuenta si los peluqueros varían o no el corte. Siempre he llevado raya a un lado y más o menos el mismo estilo. Nunca me he atrevido con un cambio.
¿Qué perfume utiliza para cada ocasión?
No uso perfumes, siempre me refresco con Álvarez Gómez un tradicional agua de colonia concentrada a partir de flores y plantas.
¿A quién admira por su elegancia o su estilo?
Cualquiera que se vista adecuadamente para cada momento.
¿Los futbolistas son estereotipos de tendencias?
No se puede generalizar pero desde luego hay futbolistas extravagantes. Alguno viste bien, es correcto y elegante pero no es lo normal.
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