Cada año, al finalizar la época veraniega, nos encontramos con que nuestro cabello está muy deteriorado. La única solución, la mayoría de las veces, es acudir a nuestro peluquero para que nos dé un corte de pelo. La pregunta que nos deberíamos hacer es: ¿cómo podemos impedir que esto nos pase? La solución es fácil: si queremos tener un cabello sano y brillante al final del verano, debemos prepararlo con antelación. Es en la primavera cuando los cuidados capilares deben ser realizados.
El peeling es un proceso utilizado precisamente para esa renovación capilar teniendo en cuenta el cuero cabelludo y el cabello. El proceso consta de dos fases:
1ª Fase. Peeling de cuero cabelludo. Un cabello sano crece en un cuero cabelludo sano, con aceites esenciales fríos o calientes (fabricados por empresas de dermocosmética), eliminamos las células muertas limpiando en profundidad el cuero cabelludo respetando el ph de la piel, y a su vez oxigenamos la raíz favoreciendo el crecimiento correcto.
2ª Fase. Peeling del cabello. Para el cabello, realizamos otro peeling a través de un proceso que consta de dos pasos: se limpia con profundidad con enzimas, eliminando las partes de cutícula maltratada en exterior, en el mismo proceso limpiamos del interior los restos de productos que se acumulan entorpeciendo el sellado de esta cutícula, y como paso final hidratamos con colágeno creando una película protectora. El resultado es un cabello con cuerpo, suelto, brillante, dispuesto para el peinado y posteriores tratamientos técnicos, protegido y sano.
Durante el tiempo de exposición al sol el cabello debe estar protegido siempre, si nos bañamos en el mar o en la piscina también debemos utilizar productos protectores, teniendo en cuenta que sean resistentes al agua. Y no nos olvidemos de hidratar antes y después.
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